21 sept 2010

Quedará en el recuerdo el pasado finde como uno de los mejores, por lo menos para mi.

Toda la semana pasada y la anterior intentando buscar la forma de ir a Madrid con alguien, con coche,... pero al final, me dije que no se podía y el jueves ya me di por vencido.
Por suerte, el viernes por la mañana, recibí un SMS de Sergio para ir. Dicho y hecho, el mismo día lo concretamos todo, pillamos el hotel y quedamos para el sábado.

Sábado: 04.44 AM despierto, ya las bicis cargadas y a las 05.00 ya en el coche de Sergio. Por delante, unas cuantas horas de coche, pero llegamos bien a Madrid.
Dejamos el coche en Collado de Villalba, nos cambiamos y pillamos la bici de Road sobre las 12 para subir el puerto de Navacerrada, que vamos subiendo tranquilos. De arriba, subimos el mítico ''repecho'' de La Bola del Mundo. Durísimo, entre la dureza de la subida en sí (con rampas de +20%), frío, altura, piedra y demás. De todas formas, contentos por haber subido tal puerto sin hacer pie.

Nos hacemos las pertinentes fotos, y viendo el frío que hace y la espera que nos queda, decidimos bajar de nuevo al alto de Navacerrada y sentarnos junto a la estufa del bar, tomando cafés y conociendo algún ciclista más.

Llegada la hora, subimos un tramo andando, para ver si salíamos en la tele (0.5 seg. pero salimos) y verlos sufrir.

Si a todo ello sumamos que uno del Garmin tiró un bidón justo a mis pies, y que lo pasé como nunca bajando (con el tráfico cortado, pasando gente y demás), se cierra la tarde con una buena valoración personal.
Por la noche, de restaurante y al hotel.


Domingo: por la mañana, nos vamos a Las Rozas, a ver el Festibike con pase de profesional. Se le ponen a uno los dientes largos con alguna bicis pepino... a ver las novedades, fotos y demás durante algo más de un par de horas.


A algo más de las 12, nos vamos a el control de firmas de la última etapa de la vuelta, en San Sebastián de los Reyes. Nos colamos por allí y conseguimos hacernos fotos con corredores de todos los equipos, más y menos conocidos, pero con muchos pro's. Nos llevamos además un bidón del Euskatel y un rato por allí muy bueno.



Tras comer en un bar de allí, nos venimos ya hacía Castellar, llegando a casa a eso de las 21h.

La próxima escalada, al Tourmalet! Antes, Selénika.

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